Escritos de muerte: Suicidio en la literatura.
“Mientras aquella mujer atribulada hablaba, yo estaba
sorprendido de que la literatura sirviera de consuelo.”
En planillas anteriores discutimos el papel de los suicidas
en distintas culturas, el enfoque que se le dio en la antigüedad e incluso
disfrutamos de la leyenda de una diosa del suicidio. Pero en esta ocasión
estudiaremos la aparición de este acto funesto en la literatura. Como algunos
pintores, músicos y figuras representativas de la época, también existe un
registro sobre escritores que se han suicidado, y aunque el objetivo de este
escrito no es exponerlos, es preciso aclararlo, ya que al igual que el público…
el autor también es propenso a caer en las trampas de la vida. El suicidio en
la literatura ha tomado formas que increíblemente además de incitar a la
tristeza, la locura y/o al temor, también
han sido cómplices de
emociones positivas que, más allá de motivar al suicidio, lo alejan de todo
pensamiento.
Figúrate entrar a una librería, observar cada uno de los ejemplares en
ella, recorrer los pasillos con tal lentitud que sirva para apreciar con
detalle el tamaño de los escritos, el número de páginas, los colores y formas
que adornan sus portadas. Entre todos ves uno que llama tu atención, lo abres
al azar y… ¿qué esperas encontrar?, tal vez sea una escena cursi, de aquellas
en las que el protagonista cita a Shakespeare para decirle a su amada que no
dude jamás de que la ama. O puede que no sea un romance, sino un misterio sin
resolver, en el que has corrido con la suerte de abrir el libro en la página
donde el inspector encuentra la pista faltante… Puede ser, pero ahora imagina
que esa página que escogiste exhibe las palabras finales de un suicida. ¿Llevarías
el libro a casa?
Es común
encontrar textos que aborden al suicidio como un peligro que requiera de ayuda
para evitarse, a estas obras se les puede conocer de mejor forma como: Libros
de autoayuda. La imagen del suicidio es trágica en su mayoría, aunque otros
autores ña han sabido adaptar para darle aires de heroísmo, ¿Quién no ha visto
a un personaje de alguna serie o libro que cometa suicidio para salvar a los
demás?
En el caso de Rene Aviles Fabila, ensayista, narrador y periodista mexicano, el suicidio pierde su fama de temor. Réquiem por un suicida es el libro de un hombre obsesionado por la muerte, pero no porque esta ocupe el papel de un suceso natural y eterno, sino que para Gustavo Treviño, el personaje central, existen preguntas que desencadenan aún más preguntas. En un artículo de la Revista Excelsior, el autor habla sobre su creación, de manera que cita las palabras de una mujer que en una de sus conferencias contó la experiencia que tuvo al leer el libro:
“No sabe usted el alivio que me trajo su libro. Mi hija se suicidó y en su novela encontré palabras de amor para la muerte. No debe ser tan terrible si alguien puede enamorarse de ella”.
En el caso de Rene Aviles Fabila, ensayista, narrador y periodista mexicano, el suicidio pierde su fama de temor. Réquiem por un suicida es el libro de un hombre obsesionado por la muerte, pero no porque esta ocupe el papel de un suceso natural y eterno, sino que para Gustavo Treviño, el personaje central, existen preguntas que desencadenan aún más preguntas. En un artículo de la Revista Excelsior, el autor habla sobre su creación, de manera que cita las palabras de una mujer que en una de sus conferencias contó la experiencia que tuvo al leer el libro:
“No sabe usted el alivio que me trajo su libro. Mi hija se suicidó y en su novela encontré palabras de amor para la muerte. No debe ser tan terrible si alguien puede enamorarse de ella”.
Para Fabila, el comentario de la mujer despertó en
él la idea de la literatura como consuelo, y más aún el tema del suicidio. En Réquieum por un suicida, retrató la
belleza que esconde en sí la muerte, sobre todo la voluntaria, es un texto
adecuado para los apasionados del mundo de las sombras. Por otra parte, sí lo
que se busca es una imagen del suicidio desde una perspectiva un poco más
cómica, Un delicioso suicidio en
grupo es el ejemplar indicado, el título de la misma habla por sí sola de su
contenido. Las novelas de Arto Paasilinna son todas unas aventuras, y esta no
es la excepción. El autor retrata a la autodestrucción con cuidado pese al humo
que usa en su novela, no puede burlarse del acto, ya que no es un chiste, pero
el humor es parte de la personalidad de los personajes de la obra y el
principal carácter que brinda a los lectores una motivación, irónicamente, para vivir.
Si lo que se desea es encontrar un motivo para no
suicidarse… Nada lo dice todo. La
novela, escrita por Jane Teller, cuenta la historia de un grupo de niños que
intentarán demostrar a su compañero; Pierre Anthon, que la vida vale mucho y
que debe ser vivida, puesto que este cree que no sirve de nada continuar con
vida si al final todo terminará en nada. La perspectiva del suicidio varía
según los autores que se dediquen a hablar de esta situación, sin embargo, no
siempre debe abordarse como un tema nostálgico u espantoso. En experiencia
propia, la lectura de un texto suicida sirvió de apoyo y motivación para continuar
viviendo, si bien no eres un lector que disfrute tratar el tema, nunca sería
tarde para darle una oportunidad y leer sobre este, incluso desde un punto de
vista alejado de la crueldad.
-La noche de las letras-
Sitiografía:
NADA es una obra cautivante e hipnótica desde sus primeras lineas, un próximo clásico con esta temática. Me encanto el artículo, ¡gracias por compartir!
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