"El bosque
nos desconecta de la realidad de un mundo de desigualdades,
un momento
en nuestros bosques no enseña quienes somos y que todos somos iguales".
Mark Rivas, pueblo misquito (Nicaragua)
“Sin nuestros bosques perderíamos más que
árboles, plantas y animales, perderíamos nuestra conexión espiritual,
perderíamos nuestra paz, nuestra protección, nuestra identidad…” dice Mark
Rivas, nicaragüense del pueblo Misquito. Uno de los tantos jóvenes indígenas que
constituyen del 5% de la población humana, un sector que a lo largo de la
historia, ha sido injustamente marginado y discriminado, a pesar de ser un
importante guardián de la inmensa riqueza cultural y natural del mundo.
La importancia de
los pueblos indígenas en la permanencia del ser humano en la tierra, radica en
que han adaptado sus formas de vida al medio ambiente natural, pues en los
territorios que habitan han creado sistemas que conservan el suelo, reducen la
erosión, conservan el agua, logran reducir el riesgo de desastres, realizan un
pastoreo de ganado y cultivo de forma sostenible. De esa manera, al llevar una
vida natural sostenible, los pueblos indígenas preservan los bosques, selvas,
ríos, lagos y pastos, lo que ayuda a mantener la biodiversidad de las plantas y
los animales en la naturaleza, factores esenciales para la seguridad
alimentaria y la nutrición.
Sin embargo, la
mayoría de las comunidades indígenas se ubican en sitios extremos, por ello producen
cultivos mediante técnicas agrícolas que también se adaptan a las condiciones
desfavorables del entorno. Pues, en cuanto a los cultivos, producen especies
nativas, que son más resistentes a casi cualquier condición extrema del cambio
climático, como sequías, altitud, inundaciones, granizadas, tormentas, etc. Mientras
que en las técnicas agrícolas, han desarrollado métodos a prueba del tiempo que
se ajustan a grandes alturas, praderas y llanuras secas o al frío extremo. Ejemplo
de ellos son las terrazas, que detiene la erosión del suelo, o los jardines
flotantes, en campos inundados.
Es así como los
pueblos indígenas saben que estamos conectados con la naturaleza, se sienten
parte del sistema en el que viven y por eso ven a los recursos naturales como una
propiedad compartida que debe respetarse y conservarse para continuar con el
ciclo de la vida. De esta manera, sus formas y medios de vida pueden enseñarnos
mucho sobre la conservación de los recursos naturales, el cultivo sostenible de
alimentos y la vida en armonía con la naturaleza.
En conclusión, los
pueblos indígenas no sólo representan una reliquia del pasado glorioso de
nuestras civilizaciones, son guardianes de los recursos naturales cada día más
escasos, promotores de modos de vida sostenibles y fuentes de conocimiento valiosísimos
en la lucha por la erradicación del hambre y en la búsqueda de soluciones para mitigar
los efectos del cambio climático.
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