El folklor en el norte de nuestro país
esta caracterizado principalmente por las polkas, desde Nuevo León hasta
Chihuahua la influencia de este tipo de bailes está presente; desde las faldas
cortas y con holanes, las blusas con mangas ¾ y con hombreras, así como con
holanes en el pecho, hasta las botas de tacón para las mujeres, y para los
hombres pantalón de mezclilla negra o tejano, botas, camisa a cuadros o blanca,
chaleco o casaca con barbas y sombrero vaquero. La energía que tienen estos
bailes es impresionante y combinado con los colores llamativos tienen como
resultado un buen espectáculo digno de representar a México.
Las polkas llegaron a nuestro país
tiempo después de la conquista, tres siglos aproximadamente, bajo la influencia
de los polacos y checoslovacos, quienes trajeron los famosos bailes de salón
denominados polcas, estos bailes fueron ganando popularidad dentro de los
pobladores mexicanos por los años de 1830 y 1850, lo bailaban todo tipo de
clases sociales, pero el que más predominancia tuvo fue el de la “clase baja”
en el que se presentaron más cambios de la versión original y era más animado,
se combinó con los sonidos regionales e instrumentos locales, teniendo por
resultado una versión más animada y bailable sin perder la elegancia que lo
caracterizaba.
En un inicio los bailarines de polca utilizaban
vestimenta típica de salón, vestidos largos y pomposos, así como trajes
completos para los hombres, con el paso del tiempo esto fue cambiando para
comodidad de los participantes, y los de la clase baja fueron adaptando este
tipo de vestimenta lo más que podían, imitando así los elegantes trajes de los
polacos y la nobleza, pero como en toda adaptación hay constantes cambios, por
lo que, a principios del siglo XX, la vestimenta había cambiado por completo de
lo que los polacos habían mantenido, ahora las faldas en las mujeres eran
cortas (por debajo de la rodilla) y no hasta los tobillos, seguían manteniendo
el estilo de vestido de salón, pomposo y con detalles elegantes como holanes y
encaje, pero en lugar de combinarse con zapatillas de tacón delgado lo hicieron
con botas y botines.
El mayor cambio en la vestimenta lo
tuvieron los hombres, pues pasaron de usar trajes elegantes de salón a utilizar
pantalones tejanos o los pantalones que utilizaban para trabajar, esos de
mezclilla normal o caqui, también se incorporaron las camisas a cuadros y,
dependiendo de la región, se utilizaban chalecos negros de cuero o casacas
completas con barbas, en algunos lugares se utilizaban chalecos de mezclilla;
también era indispensable utilizar un pañuelo amarrado al cuello, o en su
defecto, en la mano y dependiendo la región se utiliza una pequeña hebilla en
el cuello; no podemos olvidar el sombrero que, a diferencia del europeo, era de
estilo campesino; todos los cambios que se mantuvieron fueron adaptaciones al
estilo campesino característico de México en esos años.
Los pasos con los que se bailaban estas
polkas son parecidos a los de los bailes de salón, pero son principalmente
rápidos y con pequeños saltos, por ello que es considerado como un baile cansado y difícil de interpretar; la música
también sufrió grandes cambios, ahora no era la música clásica con instrumentos
de orquesta, sino que había cambiado a ser una mezcla, manteniendo el ritmo,
pero con instrumentos típicos de la región del norte del país. Esta es la
historia de cómo la cultura y el folklor mexicano ha recibido influencias de
los demás países, todo gracias a la conquista española.
Liesel
Comentarios
Publicar un comentario