El pequeño
huerto de ella
Hacia tanto
tiempo que no veía a esa mujer hermosa, no solo física sino también de espíritu.
Se veía tan contenta de verme y de contarme el nuevo proyecto en el que
trabajaba, un bello huerto en el invernadero y reforestar toda la casa.
Estaba creando
un huerto en el invernadero, que lleva un tiempo abandonado. Antes solía ser
utilizado para sembrar muchas plantas de jitomate, para posteriormente venderlos
en los mercados; las plantas crecían enormes y hermosos gracias a los cuidados
que se llevaban a cabo. Pero como ahora ya no se tenían los elementos
necesarios para esta labor, ya que la parte superior del vivero estaba
completamente rota y se filtraban los rayos del sol, igual que el viento. Por consiguiente,
ella optó por sembrar árboles frutales y algunas otras plantas de las cuales obtener
alimentos orgánicos.
Me mostró
con orgullo todo su trabajo, había una hermosa planta de mangos, era joven pero
ya tenía algunas flores y unos pequeños frutos que apenas brotaban, se veía tan
contenta de ese pequeño logro. También plantó en línea muchas pencas de nopal,
de las cuales ya había algunos jóvenes al bode de estas plantas. Al parecer quería
muchos árboles grandes porque también sembró unas plantas de aguacate que ya
estaba un poco grandes. En un futuro será muy placentero estar allí pasando una
tarde comiendo alguno de estos frutos.
La misma
tarde que me mostró todo esto me pidió ayuda para ir a una parcela abandonada en
la que había una planta de higo, ésta ya era vieja pero no recibía riego, así
que ella decidió que la trasplantaríamos en su huerto, para que creciera
fuertemente y poder gozar en un futuro de sus ricos frutos. Así que lo hicimos
y fue una buena idea porque se adaptó muy bien a la nueva tierra y al abundante
riego.
Es agradable
saber que esa mujer es feliz plantando plantas, que a final de cuentas la
mantiene ocupada y en un futuro podrá disfrutar de sus frutos, además de que
ayuda al planeta sembrando todo tipo de plantas grandes, las cuáles producen el
beneficio del oxigeno y la agradable sombra.
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