El caso de Francisco de Goya es tal vez una de las
representaciones más interesantes acerca de la relación que tiene la salud de mental
de los artistas con sus obras, y la forma en la que esta se manifiesta dentro
de ellas. El pintor español fue tal vez uno de los más importantes y reconocidos
exponentes del arte de su época, no se limitaba en cuanto a sus creaciones. A
través de los años cambió su estilo en numerosas ocasiones, el cual nunca obedecía
estrictamente a las corrientes que alguna vez llegó a adoptar. Gozó de una
estabilidad relativa, pero también se vio expuesto a las turbulencias cíclicas
de una depresión que lo aquejó durante décadas.
Francisco José de Goya y Lucientes nació en Fuendetodos, España un 30 de marzo de 1746. No
fue hasta una edad tardía que Goya tuvo la oportunidad de ingresar en una academia
que potenciara sus habilidades para pintar y dibujar, el motivo de esto radicó
en una crisis económica por la que atravesó su familia, en la que el artista
tuvo que ayudar en las cuestiones de trabajo. De esta manera se dice que su progreso
se dio de una manera lenta, hecho que le costaría en dos ocasiones ganar el premio
de pintura de la Real Academia de Artes en San Fernando.
El estilo de Francisco
en un principio se vio altamente influido por artistas como Simon Vouet,
Carlo Maratta
o Correggio,
sin embargo luego de un viaje a Roma este se transformó en uno más propio.
Independientemente a esto, a lo largo de su vida y obra artistas como Giambattista Tiepolo, Anton Raphael Mengs, Diego Velázquez y Rembrandt
le sirvieron de referentes. Esta primera etapa de creación se caracteriza fuertemente
por estar colmada de paletas coloridas e imágenes llenas de calma y alegría, en
las que se veían plasmadas situaciones cotidianas. Es popular entre sus
pinturas El quitasol.
A
lo largo de los años, de acuerdo con diversos investigadores, Francisco de Goya
sufrió de diversos episodios depresivos que aparecían cada tres años, sin
embargo, ninguno de ellos le representó ninguna complicación hasta que tenía aproximadamente
los 45 años de edad cumplidos. Para ese entonces, ya se había hecho acreedor de
un puesto en la corte como pintor oficial de la misma, Fue designado directamente
por Carlos IV, para el que ya había trabajado en años anteriores. Si bien no
existen explicaciones definitivas para el padecimiento que posteriormente sufrió,
se teorizó incansablemente sobre las causas, considerando desde una posible
sífilis, hasta una ya descartada esquizofrenia. Y es que en algún punto de
aquellos tiempos comenzó a experimentar problemas de equilibrio, de visión y finalmente
pérdida completa de la audición.
Con
su irremediable sordera, Goya inició un proceso de aislamiento total por el
cual cayó en una profunda depresión la cual se vio reflejada de manera directa en
sus pinturas. Los que una vez fueron cuadros llenos de luz, se transformaron en
unos en los que la oscuridad era predominante. Invadido por una reciente
predilección hacia el negro, el rojo y el ocre, expresó su tormento mediante
extrañas representaciones de figuras monstruosas e inhumanas por las que pasó a
la historia y las cuales hoy en día forman parte de sus obras más recordadas. Son
relevantes de este periodo pinturas como Saturno devorando a sus hijos y
El aquelarre.
-Melissa Fuentes
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