Oaxaca
viste de gala,
sus costumbres nos regala,
tradición inquebrantable
de un pasado inigualable.
sus costumbres nos regala,
tradición inquebrantable
de un pasado inigualable.
Guelaguetza,
policroma,
donde la usanza se aroma,
Guelaguetza, fascinante,
armonía, la danza, el arte.
donde la usanza se aroma,
Guelaguetza, fascinante,
armonía, la danza, el arte.
Folclor,
cánticos nativos,
corazones, sus latidos,
añejas reminiscencias
de sus gloriosas esencias.
corazones, sus latidos,
añejas reminiscencias
de sus gloriosas esencias.
Las festividades que se realizan
al sur del país son siempre de las más llenas de color y con arraigo a las
tradiciones y costumbres indígenas. La Guelaguetza es una muestra latente de
esto. Además de ser una fusión es una festividad relativamente joven, pues tomó
fortaleza y popularidad a partir de los años 30 en el siglo XX. Todo ello
después de que un temblor azotara la ciudad de Oaxaca. La palabra “Guelaguetza”
es de origen zapoteco, lengua natal de la zona de Oaxaca, que significa
compartir o presente.
La historia de este festejo tomo
forma desde la época prehispánica donde se le rendía culto a los dioses, pero
principalmente a la Diosa del Maíz, la diosa Centéotl, dedicándole sus danzas y
plegarias, al final de la festividad se sacrificaba a una joven en el Cerro del
Fortín, que es el mismo lugar donde se celebra el Lunes del Cerro, ahora cada
16 de julio o el primer lunes después de esa fecha.
La fusión se encuentra en que la
Iglesia Católica, durante la Conquista y la Colonia, celebraba una festividad
parecida a la de los indígenas. Ellos celebraban a la Virgen del Carmen, cuya
fecha es el 16 de julio y para que no se perdiera la participación de los
indígenas hicieron la fusión de estas dos tradiciones.
Lunes del Cerro |
A la Guelaguetza la conforman
varias actividades que se realizan a lo largo de todo el mes de julio, pero la
mayor concentración de actividades se da entre dos Lunes del Cerro. Además de
diversas presentaciones de bailes típicos oaxaqueños, cada año se presenta la
historia de la leyenda de Donají, la historia de amor ente la princesa zapoteca
Donají y el príncipe mixteco Nucano. Cada año esta leyenda se presenta en el
auditorio de la Guelaguetza. Además de esta presentación hay muchas más llenas
de colorido.
Esta festividad es de las más representativas
de México, además de esto, esta logra reunir a más de 16 grupos étnicos de
Oaxaca para entre todos rendirle culto a la Diosa del Maíz. Como en la gran mayoría
de las festividades, se elige a una reina de feria, en este caso es la Diosa de
la Fertilidad, representante de la Diosa del Maíz. Sin duda alguna es una de
las pocas festividades que aún mantiene las tradiciones indígenas y siempre que
las apoyemos estaremos contribuyendo a que se mantenga presente en nuestros
días.
Liesel
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