Sobre la educación escolar:
"Si tomáramos una semilla de un manzano y la plantáramos lejos de los demás manzanos, al cabo de unos años veríamos que dan manzanas diferentes". Uno de los principales problemas a los que se enfrentan tanto las personas con síndrome de Down como la sociedad en la que viven, es lo que en educación se refiere.
Como ya se ha planeado con anterioridad, las personas con síndrome de Down aprenden captando las acciones de quienes les rodean, imitan dichas acciones para integrarse a la sociedad primaria que conforma su familia, sin embargo las personas con síndrome de Down como cualquier otra persona tienen el derecho de recibir una educación digna. Por lo que desde hace años se ha intentado que las personas con necesidades especiales formen parte de la vida escolar para fomentar su desarrollo en la sociedad contemporánea.
Actualmente existen diversas instituciones a nivel nacional e internacional que fomentan la inclusión he integración de las personas con síndrome de Down en la vida estudiantil, además del reciente espíritu liberal que se ha propagado por buena parte del mundo. A diferencia de las décadas pasadas en las que era inconcebible que una persona con alguna incapacidad física o mental pudiera estar en una institución educativa junto con estudiantes que no requieren de apoyos especiales. Sin contar los países que no cuentan con programas inclusivos o no dedican recursos a personas con capacidades diferentes.
A pesar de lo anterior nuevas dificultades se han presentado, debido a que gran parte de las escuelas que han intentado adaptarse a las tendencias inclusivas, lo hacen sin estar preparados para recibir a personas con necesidades especiales. Ya sea por que no hay un área adecuada para el aprendizaje de personas con síndrome de Down, porque los alumnos no están familiarizados a interactuar con personas con capacidades diferentes, o por que los maestros no poseen los conocimientos necesarios para guiar el aprendizaje de una persona con síndrome de Down.
En instituciones no preparadas pueden sucintarse situaciones de riesgo, abuso y agresión por parte de una sociedad estudiantil no concretizada, que podría tener como consecuencia que las personas con síndrome de Down imitara comportamientos no adecuados o peligrosos para su salud.
Existen dos medios para fomentar el desarrollo de las relaciones entre las personas con síndrome de Down y la sociedad escolar. La inclusión, que consiste en formar clases especiales para las personas con síndrome de Down. Y la integración, que consiste en que las personas con síndrome de Down formen parte de las clases regulares.
Ambos métodos tienen su pros y sus contras. Por un lado formar una clase especial para personas con síndrome de Down facilitaría el desempeño de los estudiantes sin retrasar el progreso de un grupo regular, pero no hay una relación verdadera entre los alumnos de estas clases con el resto de la institución. Por otro lado la integración permite que ambas partes interactúen y aprendan entre sí, pero podría complicar el avance en los temas curriculares.
La manera ideal de resolver este conflicto seria utilizar ambos métodos, teniendo grupos particulares para las personas con síndrome de Down y integrarlos a clases en las que puedan estar con otros estudiantes sin afectar la continuidad de la clase.
Además de incitar a los alumnos a conocerse mutuamente, esto es más sencillo cuando se hace a temprana edad, beneficiando a ambas partes en lo que refiere a aprendizaje e interacción social. Pero es necesario fomentarlo tanto en jóvenes como adultos para que exista una verdadera escolaridad inclusiva e integradora.
Sin más que agregar por el momento, se despide, El Trovador de Santiago.
Agur.

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