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PEPE MUJICA: Símbolo de sencillez



“Yo no soy pobre porque soy rico en libertad”
José Mujica

Un anciano de considerable peso pasea con sus perros en su pequeña granja, los lleva a pastorear las ovejas que le dan leche, quesos y carne. Al señor le gusta caminar por las tardes en sus terrenos disfrutando de la calma del campo, donde vive desde hace tiempo acompañado de su esposa, incluso durante su período de presidente de su país, motivo por el cual lo apodaron el presidente más pobre del mundo.  

José Alberto Mujica Cordano, mejor conocido como Pepe Mujica nació en Montevideo, Uruguay el 20 de mayo de 1935, fue el cuadragésimo presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Integró el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, fue elegido diputado y senador, para posteriormente ocupar el cargo de ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008. Después de ocupar la Presidencia, fue electo senador nuevamente, en las elecciones de 2014. Renunció a este último cargo el 14 de agosto de 2018, retirándose de la actividad política como gobernante para dedicarse a la militancia popular. Es el líder del Movimiento de Participación Popular, sector mayoritario del partido de izquierda Frente Amplio. Desde 2005 está casado con Lucía Topolansky (1944-actualidad), dirigente histórica del Movimiento de Participación Popular y además vicepresidenta de Uruguay desde septiembre de 2017, tras una prolongada convivencia.

Sin embargo, el tema que nos atañe sobre este personaje, es su notable desapego a las riquezas monetarias y materiales de su ambiente político, pues cuando la prensa le asignó el apodo del presidente más pobre del mundo, él replicó a sus entrevistadores lo siguiente: “No, yo no soy un presidente pobre. Pobres son los que tienen más, a los que no les alcanza nada… porque se meten en una carrera infinita, entonces no les va a dar el tiempo, ni la vida ni nada… yo tomo la austeridad como camino de vida, el renunciamiento; liviano de equipaje para tener tiempo para hacer lo que a mí me gusta”. Como se observa, es un señor que no busca impresionar ni mostrar más allá de lo que es su escencia. Le gusta la sencillez en su vida pues está consciente que la acumulación de bienes lleva al endeudamiento, lo que lleva a la esclavización del hombre por el hombre.

En la misma entrevista, Mujica menciona una de las sentencias más certeras: “La austeridad… es la lucha por la libertad. Los que pierden la libertad son los que se dejan enganchar por la sociedad consumista porque cuando usted compra algo, no lo compra con plata, lo compra con el tiempo de su vida que tuvo que gastar para tener esa plata.” Eso es el consumismo, la vida que gastamos en artículos que no necesitamos, entonces, si gastamos tanta vida en cosas que no sirven para nada, no hay motivo para seguir viviendo. La vida deber disfrutarse en libertad, no cumpliendo una cadena perpetua de deudas interminables.

Vivir mejor no es sólo tener más, sino también ser más feliz. Y a Mujica lo que le gusta es ser chacarero y estar cerca de la tierra. Esta declaración, que hizo para un documental alemán en 1996, parece su mejor definición: “Yo soy lo que vivo y he vivido en la tierra, y vivo para la tierra… Mi libertad la concibo en las horas que trabajo en la tierra…”. Mujica acostumbra concluir sus discursos dedicándole un espacio a su definición de felicidad: “Es algo que hay que pelear, esta es la única vida que tenemos y me parece que felicidad y libertad individual es tener el mayor tiempo libre para gastarlo en las cosas que a uno le gustan. Hay que trabajar pero hay que tener tiempo para vivir.” ¿A cuántos de nosotros no nos vendría bien un baño de sobriedad y sencillez en nuestras vidas?, vamos tan acelerados tratando de ganar la carrera del acumulamiento de bienes, que nos olvidamos de vivir libremente. Seamos como Pepe Mujica de vez en cuando, para ir aprendiendo a ser libres por siempre.

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