Con la llegada del creciente interés por las problemáticas ambientales, algunos consumidores demostraron su compromiso al cambiar sus alimentos estándar por opciones más ecológicas. El mercado de productos orgánicos se va convirtiendo en una nueva era para los productores y un respiro para el medio. Aunque, no todos los compradores adquieren alimentos orgánicos por su menor impacto con el medio ambiente, otros lo hacen por razones relacionadas con la salud. Pero ¿en qué se diferencian un tipo de productos de los otros? Existen diversas fuentes y estudios relacionados al respecto, sin embargo, es pertinente mencionar algunas de las ellas.
La agricultura orgánica tuvo sus inicios durante la década de los 40, como una solución a la industrialización de la producción agrícola. En la actualidad la agricultura orgánica ha sido fuertemente regulada, especialmente en países como Japón, o la Unión Europea, en donde se necesita de una serie de certificaciones específicas para poder vender estos productos. Los alimentos orgánicos no son solo «sin pesticidas». Son libres del uso de cualquier producto artificial para su desarrollo, como fertilizantes químicos y pesticidas. También, deben estar libres de hormonas, antibióticos, y organismos genéticamente modificados. Son aquellos que en su proceso de producción no intervienen sustancias químicas, estos alimentos son cultivados, criados y procesados, empleando métodos naturales, con el fin de obtener productos alimenticios que no incluyan ningún compuesto químico ni aditivos sintéticos.
Gracias, a que se producen en un suelo más equilibrado en nutrientes, las frutas y verduras orgánicas poseen un mejor valor nutricional, más sabor, reducen el consumo de productos naturales no renovables, ayudan al planeta y en algunas ocasiones a la economía local. Los frutos obtenidos mediante el método tradicional debido a que las plantaciones son en grandes cantidades y que los productores necesitan de una gran cantidad de cosecha, se ayudan del uso de pesticidas sintéticos o de los fertilizantes artificiales, e incluso radiación ionizante (la cual, crea sustancias cancerígenas, como benceno y formaldehído) y aditivos químicos sintéticos durante la producción de alimentos. Si bien estas sustancias químicas se han considerado seguras en las cantidades utilizadas para la agricultura convencional, los expertos en salud todavía advierten sobre los posibles daños de la exposición repetida.
Los suelos cultivados por el sistema convencional pierden rápidamente características biológicas importantes. Se convirtien en simples sustratos físicos y químicos debido a la exclusión de la vida. De la misma manera que la agricultura orgánica protege las aguas, la vitalidad de los suelos también está protegida del efecto residual resultante del uso de fertilizantes químicos. En las últimas tres décadas, el uso indiscriminado de fertilizantes se ha multiplicado por cinco, por lo que ahora es una de las mayores preocupaciones a nivel global.La agricultura ecológica promete dar frutos y resultados mejores para el bienestar de la sociedad.
Las razones principales del por qué ciertas personas prefieren consumir alimentos orgánicos, está en los resultados positivos que le ha brindado a su salud, además del menor daño hacia el medio ambiente. Se contribuye a la promoción de salud, a la calidad de vida de las generaciones futuras y a la preservación de los ecosistemas naturales. Con la modificación del modo de cultivar alimentos se busca evitar un futuro, en el cual, los suelos sean infértiles para producir alimento.
-Astronauta.
Gracias, a que se producen en un suelo más equilibrado en nutrientes, las frutas y verduras orgánicas poseen un mejor valor nutricional, más sabor, reducen el consumo de productos naturales no renovables, ayudan al planeta y en algunas ocasiones a la economía local. Los frutos obtenidos mediante el método tradicional debido a que las plantaciones son en grandes cantidades y que los productores necesitan de una gran cantidad de cosecha, se ayudan del uso de pesticidas sintéticos o de los fertilizantes artificiales, e incluso radiación ionizante (la cual, crea sustancias cancerígenas, como benceno y formaldehído) y aditivos químicos sintéticos durante la producción de alimentos. Si bien estas sustancias químicas se han considerado seguras en las cantidades utilizadas para la agricultura convencional, los expertos en salud todavía advierten sobre los posibles daños de la exposición repetida.
Los suelos cultivados por el sistema convencional pierden rápidamente características biológicas importantes. Se convirtien en simples sustratos físicos y químicos debido a la exclusión de la vida. De la misma manera que la agricultura orgánica protege las aguas, la vitalidad de los suelos también está protegida del efecto residual resultante del uso de fertilizantes químicos. En las últimas tres décadas, el uso indiscriminado de fertilizantes se ha multiplicado por cinco, por lo que ahora es una de las mayores preocupaciones a nivel global.La agricultura ecológica promete dar frutos y resultados mejores para el bienestar de la sociedad.
Las razones principales del por qué ciertas personas prefieren consumir alimentos orgánicos, está en los resultados positivos que le ha brindado a su salud, además del menor daño hacia el medio ambiente. Se contribuye a la promoción de salud, a la calidad de vida de las generaciones futuras y a la preservación de los ecosistemas naturales. Con la modificación del modo de cultivar alimentos se busca evitar un futuro, en el cual, los suelos sean infértiles para producir alimento.
-Astronauta.
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