Existen diversas especulaciones alrededor de las posibles
circunstancias que llegaron a provocar la depresión de Gauguin, las cuales,
mediante diversas investigaciones a través de los años han ganado o perdido
fuerza y veracidad. Son tres las opciones que a los ojos de los expertos
resultan las más acertadas y que a su vez podrían servir de explicación a diferentes
decisiones y acontecimientos de la vida del pintor francés. Para entender las mismas,
es preciso conocer un poco acerca su historia.
Eugène
Henri Paul Gauguin nació en París el 7 de junio del año 1848, durante la época
existía un panorama político complicado en el país por lo que con una edad temprana
sus progenitores tomaron la decisión de mudarse a Perú, lugar donde su madre
tenía familiares, sin embargo, en el viaje su padre sufrió de algunas
complicaciones que le costaron la vida. De esta forma, ya en Lima, es su madre,
con la ayuda de su abuelo, la que se hace cargo de él y su hermana menor.
Durante
su estancia en Perú, Paul se vio fuertemente influenciado por el arte
precolombino perteneciente a la región, al que también su madre mostraba predilección
directa. Al volver a Francia, con la mediación de su padrastro Gauguin ya
contaba con un puesto asegurado como agente de bolsa, empleo con el que gozó estabilidad
económica por décadas hasta el desplome de la bolsa parisina. Sin embargo, a
pesar de los beneficios de este, nunca pudo sentirse satisfecho con el oficio
hasta que comenzó a dedicarse plenamente al arte.
Y
es justamente el arte la clave para entender la primera propuesta sobre su miseria.
El hecho de que Gauguin parecía no tener la noción sobre su propia identidad ni
una idea acerca de lo que quería hacer de su vida, al mismo tiempo que carecía
de un sentimiento de pertenencia debido a la ausencia de un sentimiento que
sólo durante su infancia pudo experimentar, le pudo causar una vida en depresión
y una interminable búsqueda por identidad reflejada en su arte mixto. La siguiente,
aunque menos probable hace referencia a un amor no correspondido con una joven
de tan sólo diecisiete años la cual se dice que era muy bella. A esta se le
atribuiría su escape a Tahití.
La
última, y la que se asegura es la más verídica, gira entorno a la situación de
Gauguin una vez caída la bolsa de Paris. Para ese momento experimenta una difícil
situación económica que lo perseguiría por el resto de su vida. Si bien uso su tiempo
para entregárselo al arte, nunca alcanza en vida el reconocimiento deseado por
lo que no consigue vender sus pinturas y sustentarse con ellas. Asimismo, su
estabilidad emocional decae al enterarse de la muerte de su hija de veinte años.
Se dice que murió de Sífilis, sin embargo, si bien era cierto que padecía esta
enfermedad, cuando descubrieron su cadáver, junto a su cama se encontró una
botella de Láudano con la que pudo o no haber cometido suicidio.
-Melissa
Fuentes
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