Cada día, un mayor número de personas se preocupa y se ve interesa en el tiempo de vida de los envases que transportan alimentos. Esto ocurrió, debido a la enorme cantidad de basura producida por una persona cada año y el total en toda su vida. En la actualidad, la mayoría de los ciudadanos consume algún producto envasado en plástico, tetrapack, vidrio, cartón o aluminio para poder preparar o consumir sus comidas. Ante esta situación, los empresarios optan por las opciones que mejor les convengan a sus productos, en relación con la protección, la imagen y el costo del producto final. Sin embargo, la mayoría de ellos opta por ofrecer sus artículos en presentaciones hechas con plástico (el cual tiene una vida hasta de 1000 años), dejando de lado mejores opciones como lo es el aluminio.
Este material es utilizado debido a que sus contenedores son ligeros, flexibles y fáciles de reciclar. Son higiénicos, no tóxicos, mantienen el sabor y el aroma del producto. Conservan el contenido fresco por largo tiempo y ofrecen protección contra la luz, rayos UV, aceite y grasa, vapor de agua, oxígeno y microorganismos. Con un almacenamiento adecuado, incluso reduce el enfriamiento requerido y aumenta la vida útil de los productos. Gracias a el peso ligero de los empaques de aluminio, se reduce la cantidad necesaria de energía para su transporte. Pero la razón principal de que las personas interesadas en el planeta opten por él, es que al igual que el vidrio, el aluminio puede ser reciclado en un 100%.
Su proceso de reciclado es mucho más rápido y menor contaminante en comparación de otros materiales, únicamente consta de tres procesos. Inicia, como todos los demás, con su recolección y traslado a la planta de reciclaje. Donde, posteriormente, se separa, limpia y se aplasta creando grandes bloques. Finalmente, el aluminio se funde, creando de nuevo láminas de este material, listas para darles un nuevo uso. Su bajo coste de reciclado, su extendida vida útil y la estabilidad de su precio, lo hacen un material idóneo como reemplazo de algunas botellas y empaques de plástico.
Desafortunadamente, el aluminio (aunque es el tercer elemento más común encontrado en la corteza terrestre) tiene unos altos costes de extracción, especialmente energéticos. En su reciclaje, se ahorra un 94% de ese coste energético y no pierde propiedades tras varios procesos de reciclado. Todo esto hace que prácticamente la totalidad del aluminio empleado en la industria, sea reciclado. Sin embargo, un punto importante y alarmante, es que a nivel doméstico el aluminio no es reciclado como se esperaría, debido a la mala separación de residuos y el mal manejo de ellos. No cabe duda que si la sociedad comenzará a reciclar y dar un buen aprovechamiento, los niveles de extracción de aluminio disminuirían y habría mayor espacio para reutilizar el mismo aluminio en varias ocasiones.
El aluminio es un material con una alta concentración en la Tierra, gracias sus características como recipiente, la protección, imagen, higiene y costo, hacen de él una alternativa para algunos envases que actualmente son vendidos en opciones plastificadas. Aunque su extracción requiere de grandes cantidades de energía eléctrica, si es recolectado para ser reciclado, se ahorra un gran porcentaje de energía y otros recursos. Si las personas empiezan a optar por opciones de productos con empaques con un menor impacto ambiental (además de darle una mejor separación y un máximo aprovechamiento) como lo son el papel, vidrio y aluminio, cuyo tiempo de degradación es menor al del plástico, se reducirán notablemente la cantidad de basura y por consecuencia la contaminación.
-Astronauta.
Este material es utilizado debido a que sus contenedores son ligeros, flexibles y fáciles de reciclar. Son higiénicos, no tóxicos, mantienen el sabor y el aroma del producto. Conservan el contenido fresco por largo tiempo y ofrecen protección contra la luz, rayos UV, aceite y grasa, vapor de agua, oxígeno y microorganismos. Con un almacenamiento adecuado, incluso reduce el enfriamiento requerido y aumenta la vida útil de los productos. Gracias a el peso ligero de los empaques de aluminio, se reduce la cantidad necesaria de energía para su transporte. Pero la razón principal de que las personas interesadas en el planeta opten por él, es que al igual que el vidrio, el aluminio puede ser reciclado en un 100%.
Su proceso de reciclado es mucho más rápido y menor contaminante en comparación de otros materiales, únicamente consta de tres procesos. Inicia, como todos los demás, con su recolección y traslado a la planta de reciclaje. Donde, posteriormente, se separa, limpia y se aplasta creando grandes bloques. Finalmente, el aluminio se funde, creando de nuevo láminas de este material, listas para darles un nuevo uso. Su bajo coste de reciclado, su extendida vida útil y la estabilidad de su precio, lo hacen un material idóneo como reemplazo de algunas botellas y empaques de plástico.
Desafortunadamente, el aluminio (aunque es el tercer elemento más común encontrado en la corteza terrestre) tiene unos altos costes de extracción, especialmente energéticos. En su reciclaje, se ahorra un 94% de ese coste energético y no pierde propiedades tras varios procesos de reciclado. Todo esto hace que prácticamente la totalidad del aluminio empleado en la industria, sea reciclado. Sin embargo, un punto importante y alarmante, es que a nivel doméstico el aluminio no es reciclado como se esperaría, debido a la mala separación de residuos y el mal manejo de ellos. No cabe duda que si la sociedad comenzará a reciclar y dar un buen aprovechamiento, los niveles de extracción de aluminio disminuirían y habría mayor espacio para reutilizar el mismo aluminio en varias ocasiones.
El aluminio es un material con una alta concentración en la Tierra, gracias sus características como recipiente, la protección, imagen, higiene y costo, hacen de él una alternativa para algunos envases que actualmente son vendidos en opciones plastificadas. Aunque su extracción requiere de grandes cantidades de energía eléctrica, si es recolectado para ser reciclado, se ahorra un gran porcentaje de energía y otros recursos. Si las personas empiezan a optar por opciones de productos con empaques con un menor impacto ambiental (además de darle una mejor separación y un máximo aprovechamiento) como lo son el papel, vidrio y aluminio, cuyo tiempo de degradación es menor al del plástico, se reducirán notablemente la cantidad de basura y por consecuencia la contaminación.
-Astronauta.
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