Nos rodea en las ciudades modernas, en algunas en mayor o menor concentración. Muchas veces cuando salimos a la calle podemos apreciar en el aire una especie de humo, el cual, muchos de nosotros lo identificamos erróneamente como una ligera niebla. Sin embargo, esa “niebla” que observamos es smog. El smog es un fenómeno de contaminación del aire producido en algunas ciudades como resultado de la combinación de varios gases con polvo y vapor de agua. Por consecuente, este fenómeno, como los demás de naturaleza contaminante, tiene causas, consecuencias y medidas para reducirlo.
Podemos decir que el smog es el resultado de grandes cantidades de contaminación atmosférica. En especial, del humo de la quema de carbón, de las emisiones de gases de los coches y de las industrias o fábricas. Básicamente, la realidad señala tres causas del smog: la actividad industrial, los vehículos de combustión y los residuos. Los gases y desechos producidos de las grandes fábricas que trabajan todos los días del año crean un gran aporte a este fenómeno, desgraciadamente, a su vez, afectan a diversos medios como el aire, el agua y el suelo. Por su parte, la mala gestión de algunos residuos contaminantes, especialmente la falta de separación y reciclaje en la gran variedad desechos provoca una serie de consecuencias a la salud y una liberación de gases perjudiciales para la atmósfera. A pesar de que existen individuos que minimizan el asunto y sus consecuencias, lo cierto es que esta situación genera cambios al medio.
Las sustancias contaminantes en el aire influyen directa o indirectamente en el desarrollo del ecosistema. Con la niebla tóxica generada, se limita la visión de los ciudadanos a unas escasas decenas de metros, haciendo imposible ver el cielo, que no haya nubes, cielos despejados ni noches estrelladas, sólo un velo amarillento- grisáceo o anaranjado. Daña a las plantas por la falta de aire limpio para respirar y crea un incremento de temperatura porque el creado por la actividad humana, no puede atravesar la nube tóxica y se acumula. Algunos de los daños producidos en la salud son: irritación en el sistema respiratorio, provocando a su vez; anemias y alergias, daños a la piel, ojos rojos, enfermedades cardiacas e incluso muerte.
Las sustancias contaminantes en el aire influyen directa o indirectamente en el desarrollo del ecosistema. Con la niebla tóxica generada, se limita la visión de los ciudadanos a unas escasas decenas de metros, haciendo imposible ver el cielo, que no haya nubes, cielos despejados ni noches estrelladas, sólo un velo amarillento- grisáceo o anaranjado. Daña a las plantas por la falta de aire limpio para respirar y crea un incremento de temperatura porque el creado por la actividad humana, no puede atravesar la nube tóxica y se acumula. Algunos de los daños producidos en la salud son: irritación en el sistema respiratorio, provocando a su vez; anemias y alergias, daños a la piel, ojos rojos, enfermedades cardiacas e incluso muerte.
Aunque se puede combatir perfectamente mediante la madre naturaleza, gracias a la lluvia y a la circulación del viento que limpia y renueva el aire a nuestro alrededor, en algunas ciudades como la ciudad de México o Los Ángeles, debido a su localización y características geográficas, no es posible un gran impacto por este medio. Gracias, a la problemática que representa para la salud y el ambiente, en algunas de las grandes ciudades alrededor del mundo han implementado muchas medidas restrictivas para reducir los gases contaminantes. En algunas, se indican que ciertos vehículos, con una antigüedad considerable, y que provocan una alta contaminación, no pueden circular ni estar en el centro de la ciudad, y los países más avanzados han desarrollado sistemas de depuración y control de los combustibles para esta “niebla” tóxica.
El problema del smog requiere del apoyo y participación de los Gobiernos, las grandes corporaciones, los ciudadanos y la propia naturaleza. Si bien, la primera en tomar acción es la naturaleza, está ya no dispone de las herramientas necesarias para poder contrarrestar tan elevado nivel de contaminación. Ahí, es donde entra la participación de las industrias y los Gobiernos, quienes son los causantes de que las ciudades se sigan llenando de smog porque permiten las emisiones contaminantes. Por su parte, los ciudadanos podemos reducir el uso de los medios de transporte que requieran de combustibles y optar por otros que no los utilicen o requieran de ellos en menor medida, todo según lo permita la situación. Con ello, las ciudades podrán tener una mejor calidad de condiciones y del aire que es una sustancia vital para nuestra existencia.
-Astronauta.
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