El autoconocimiento del cuerpo en el Shibari es parte d la comunicación de
ambas personas durante la sesión con las cuerdas, se habla de conocer los
límites y de continuar al ritmo de la persona que será atada. Hay una constante
vigilancia en el cuerpo del Bottom
con señales como la temperatura y el color de la piel. La medida en que cada
uno aprende a romper estereotipos que ha impartido la sociedad desde un inicio.
Todo para llegar a un espacio que se le
conoce en la disciplina como Rope-Space,
se le conoce a eso el momento cuando la persona que está atada experimenta el “ojo
de la tormenta” (paz en medio de la destrucción), después de la confianza, de
la introspección, de todos los sentimientos y después de haberte observado a ti
mismo, te entregas por completo a las sensaciones.
En este proceso, aprende el Rigger a dar gracias cuando su Bottom le dice NO a cruzar alguno de sus
límites, pues en el caso de sentirse una persona rechazada podría tener una
experiencia mala y que puede llevar a un peligro inminente en la sesión de Shibari. Se espera claramente que la
reacción del Rope-Space sea negativa
y que pueda llevar a un ataque de ansiedad o pánico.
Sin embargo, si tienes una experiencia
positiva en el Rope-Space, rara vez
el Rigger va a poder a ayudar en este
punto a su Bottom, pues el
ensimismamiento en la práctica hace que el Bottom
esté en su punto más vulnerable y el Rigger solo puede centrarse en cuidarlo
mientras esté en este estado, cuidando los amarres.
En la siguiente entrega se va a hablar
de las medidas de seguridad que debe tenerse como contrato y de los materiales
que formaran parte de la práctica en las cuerdas, que pueden atentar contra la
seguridad de la sesión. Buscando que el dolor del cuerpo sea el mismo que
informe del nivel del placer.
-Lev.
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