En el Shibari se encuentra otro tipo de práctica que se le llama Semnawa que, en realidad, se enfoca en
el dolor y la tortura del contrario. Usualmente de éste no se encuentra demasiada
información por lo que implica para la persona que está siendo sometida.
Pero el Shibari en el que la mayoría de la cultura japonesa se centra en la
actualidad es en el Kinbaku, éste
usualmente se practica hoy en día casi como un arte meditativo. La profesora
Brontée es el que ha utilizado para hacer un ejercicio de introspección en su
cuerpo. Esto es porque el Kinbaku
está basado en la idea de la pareja que está apunto de practicar el Shibari, se piensa en todo el proceso
que debe darse algo a la persona que va a ser atada, contiene emoción y hay una
vulnerabilidad por parte de ambos ( tanto del que es atado y el que ata).
Los roles en el Shibari
En el Shibari (concentrado en el Kinbaku)
hay tres roles en el que se funda todo este arte. Son los nombres que se les va
a dar a las personas que practiquen el arte de ser atado, todos estos tendrán
características que puedan variar dependiendo del nivel de consentimiento de
cada uno de ellos, teniendo en cuenta que este último puede cambiar en cualquier
momento de la sesión.
El rope-bottom
es la persona que va a ser atado, se va a abandonar la idea de que la persona
atada va a ser la sumisa o la que esté cediendo el poder. Al contrario, ésta va
a ser la que tenga la palabra sobre su cuerpo, tendrá la responsabilidad de
reconocer sus emociones durante toda la sesión pues ella será la que indicará
cuando todo deba de acabar, será la que posea el poder sobre cada amarre e
impondrá los límites del contrario (del top-rigger).
Top-rigger es la persona que va a atar, se
encargará de dar servicio a las necesidades del rope-bottom, debe de estar en cada momento consciente de los
movimientos de su compañero, deberá leer su cuerpo. Su temperatura, sus
respiraciones, el color de su piel, si tiene alguna incomodidad, si la cuerda
está sobre alguna parte que pueda obstruir el paso de la sangre, etc. Debe de
cuidar y de comunicarse con precisión con la persona que será atada, pues es en
quien recae la seguridad del cuerpo del atado.
Por último, está el switch que es el que puede tanto ser atado como el que va a atar.
Esta persona puede formar parte de la sesión como observador, en caso de que
algo salga mal, o puede formar parte de la dinámica de dos personas que deseen
intercambiar de roles de vez en cuando para sus sesiones de Shibari. Deberá conocer éste los riesgos
tanto de ser top-rigger como rope-bottom
pues en cualquier sesión puede tomar el rol de cualquiera.
-Lev.
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