Según la Universidad de Harvard una de cada veinticinco personas son sociópatas, lo que representa un gran riesgo para la sociedad actual. La sociopatía según el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales es el trastorno de la personalidad antisocial y se define como: una afección mental por la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de otros. La característica esencial de este trastorno es el patrón general de desprecio y de violación a los derechos de los demás.
El diagnóstico de la enfermedad se hace con al menos 18 años de edad, y normalmente se presentan síntomas desde los 15 años, implican patrones repetitivos en los que se violan los derechos de los demás y las normas sociales. Estos patrones se agrupan en cuatro grupos: agresión a personas y animales, destrucción de la propiedad, fraudes o hurtos y violación grave de las normas, muchas veces esto implica violaciones a la ley. El patrón es: inatención y vulneración de los derechos de los demás, el cuál se presenta por los síntomas de engaño, impulsividad o fracaso para planear con antelación, irritabilidad o agresividad, desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás, irresponsabilidad constante, y ausencia de remordimiento.
Las características de un sociópata son falta de empatía, concepción elevada de sí mismo, obstinación, arrogancia, encanto superficial, usualmente poligamia, y también sufren de otros padecimientos como dificultad para soportar el estrés y tolerar el aburrimiento, ansiedad, depresión, personalidad límite, histrionismo, narcisismo y demás. Es importante señalar que el abuso y la negligencia infantil pueden propiciar que el trastorno de conducta se convierta en trastorno de la personalidad antisocial, por lo cual es mejor atender a los niños que les sufren de algún problema antes de que presenten síntomas más graves.
Estas personas crecen con el sentimiento de diferencia de los demás, no se sienten incluidos, quieren ser reconocidos como todos, pero no quieren seguir los mismos pasos y se sienten orgullosos de ser diferentes. Pueden ser desde personas en relaciones de parejas, hasta hackers con riquezas de países enteros en sus manos, lo que los caracteriza es la intención de romper las normas sociales para dañar a otros. Y se puede identificar por su personalidad manipuladora, crueldad, carencia de emotividad, mirada fija en los ojos, gran inteligencia y ego, falta de aprendizaje de las experiencias, y ausencia de amigos verdaderos.
Las formas de protegerse de un sociópata son, estar alertas de las características personales, alejarse al identificar alguna señal, mantenerse reservado al no compartir información personal, mentalizar un límite entre el sociopata y tú (de esta manera sus acciones no te afectarán directamente) y no excusarlo ni justificar sus actos. Por más carismático, agradable y ameno que sea, un sociópata es un individuo altamente peligroso, representa una amenaza para nuestra integridad y es un eslabón inestable en la sociedad; así que ten siempre presente estos rasgos y medidas para tratar con las personas que conozcas, y así lograr formar relaciones libres de riesgos y perjuicios.
El diagnóstico de la enfermedad se hace con al menos 18 años de edad, y normalmente se presentan síntomas desde los 15 años, implican patrones repetitivos en los que se violan los derechos de los demás y las normas sociales. Estos patrones se agrupan en cuatro grupos: agresión a personas y animales, destrucción de la propiedad, fraudes o hurtos y violación grave de las normas, muchas veces esto implica violaciones a la ley. El patrón es: inatención y vulneración de los derechos de los demás, el cuál se presenta por los síntomas de engaño, impulsividad o fracaso para planear con antelación, irritabilidad o agresividad, desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás, irresponsabilidad constante, y ausencia de remordimiento.
Las características de un sociópata son falta de empatía, concepción elevada de sí mismo, obstinación, arrogancia, encanto superficial, usualmente poligamia, y también sufren de otros padecimientos como dificultad para soportar el estrés y tolerar el aburrimiento, ansiedad, depresión, personalidad límite, histrionismo, narcisismo y demás. Es importante señalar que el abuso y la negligencia infantil pueden propiciar que el trastorno de conducta se convierta en trastorno de la personalidad antisocial, por lo cual es mejor atender a los niños que les sufren de algún problema antes de que presenten síntomas más graves.
Estas personas crecen con el sentimiento de diferencia de los demás, no se sienten incluidos, quieren ser reconocidos como todos, pero no quieren seguir los mismos pasos y se sienten orgullosos de ser diferentes. Pueden ser desde personas en relaciones de parejas, hasta hackers con riquezas de países enteros en sus manos, lo que los caracteriza es la intención de romper las normas sociales para dañar a otros. Y se puede identificar por su personalidad manipuladora, crueldad, carencia de emotividad, mirada fija en los ojos, gran inteligencia y ego, falta de aprendizaje de las experiencias, y ausencia de amigos verdaderos.
Las formas de protegerse de un sociópata son, estar alertas de las características personales, alejarse al identificar alguna señal, mantenerse reservado al no compartir información personal, mentalizar un límite entre el sociopata y tú (de esta manera sus acciones no te afectarán directamente) y no excusarlo ni justificar sus actos. Por más carismático, agradable y ameno que sea, un sociópata es un individuo altamente peligroso, representa una amenaza para nuestra integridad y es un eslabón inestable en la sociedad; así que ten siempre presente estos rasgos y medidas para tratar con las personas que conozcas, y así lograr formar relaciones libres de riesgos y perjuicios.
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