Son
pájaros voladores
que
en descomunal espiga
buscan
atar tierra y cielo,
¡hilos
de polvo, aire y sangre!
Voladores De Papantla Ritual/Arturo
Antonio Torres Muñoz «Josefo»
La mayoría de los
bailes representativos de nuestro país tienen un origen muy antiguo, algunos de
ellos son incluso tan antiguos como las culturas mismas. Este es el caso de la
danza de los Voladores de Papantla. La danza es tan milenaria como la cultura
de donde es originaria. Los antiguos pobladores de Papantla, Veracruz, idearon
un ritual que les ayudara a que los dioses de la fertilidad y de la lluvia se compadecieran
de ellos y entre ellos hicieran florecer la tierra. Cada uno de los elementos
que ellos utilizan tiene su significado para que ésta acción se lleve a cabo.
Esta danza es
practicada en bastantes lugares de nuestro país, no solo en Papantla como su
nombre lo dice, de hecho, se han encontrado vestigios de prácticas de esta actividad
en las regiones de Jalisco y Nayarit. La danza completa es un ritual. Consta de
4 bailarines que se suben a un troco de (más o menos) 25 metros, cada uno de
ellos representa uno de los 4 puntos cardinales, estos descienden dando 13
vueltas cada uno, esto porque este número de vueltas multiplicado por cada uno
de los voladores, da un total de 52, que es el número de años en el calendario
solar, tiempo en el que se reinicia la nueva vida.

El ritual comienza
desde que el caporal escoge el árbol que será utilizado para el descenso de los
voladores. Éste era escogido con días de anticipación, así como la preparación
de los jóvenes que serían los voladores, y su elección constaba de ubicar el árbol
más “macizo” y más alto. Hay una parte del ritual en el que se especifica que
no se debe dejar que el tronco, una vez cortado, toque el suelo, esto era
tomado como un mal augurio, también el hecho de que una mujer lo tocara. Una vez
que estuviera “pelón” (sin ramas ni corteza), seguía el plantado, donde
colocaban 7 pollitos vivos que eran rociados con aguardiente, tabaco y tamales.
Uno por uno, los
voladores van subiendo hasta la parte más alta del tronco donde se sujetan de
la cintura y al compás del tambor y la flauta que el caporal toca desde la
cima, van descendiendo dando 13 vueltas que se van haciendo cada vez más
anchas. Así como la elección del árbol toma su tiempo, los voladores deben
abstenerse de mantener encuentros sexuales, así como de beber alcohol. Esta danza
ancestral fue de las pocas que sobrevivieron a las prohibiciones que los
españoles pusieron sobre los pueblos indígenas.
Comentarios
Publicar un comentario