
La imagen de las mujeres en estas
actividades es muy distinta a la que prevalece en los hombres. Para empezar los
movimientos que se proyectan en la danza son distintos y normalmente más
llamativos en las mujeres. Los movimientos deben ser más exagerados, de modo
que sean las que más destaquen a la vista de los espectadores. Con esto no
quiero decir que bailar, para los hombres, sea fácil, sino que no están
obligados (a excepción de algunos bailes) a ser el centro de atención, ya sea
por lo llamativo de sus vestuarios o por los movimientos exagerados para
seducir.
La mayoría de los bailes representativos
que tiene nuestro país tienen como historia un cortejo que comienza por la
coquetería de las mujeres. Ellas (en la mayoría de los casos) son quienes
llaman la atención de los hombres por sus movimientos. Quienes alguna vez hemos
bailado alguna pieza para algún concurso (donde generalmente se exige mayor
presencia) nos hemos dado cuenta que la mayoría de los movimientos que las
mujeres hacen deben ser en exceso femeninos. Movimientos de hombros demasiado
coquetos, vueltas demasiado marcadas para levantar las faldas, faldeos que
llaman la atención como si fueran flores coloridas. Aquí unos ejemplos de ello.
El circo (Nuevo León)
El son de la negra (Guadalajara)
El niño perdido, El toro mambo y El sinaloense. (Sinaloa)

Otro aspecto que también se exagera es el maquillaje. Este debe ser de colores llamativos al igual que los vestuarios. El labial que comúnmente se utiliza es el de color rojo, que, independientemente del color de piel de la bailarina, hará que la volteen a ver. Las sombras deben ser de colores chillantes con pestañas postizas para atraer la atención al coqueteo que se realiza con los ojos. Los accesorios también deben atraer las miradas. Pendientes grandes y normalmente de color dorado y con demasiadas incrustaciones. Los tocados casi siempre están compuestos por flores grandes y llamativas.

Todas estas cosas al final de
cuentas logran el cometido principal de la mujer en los bailes folclóricos del
México. Es interesante como para algunos hombres es fácil imitar las
características que una mujer debe presentar, pero esto se debe principalmente
a que imitan ademanes antiguos. Hoy en día cada mujer de nuestro país, consciente
o inconscientemente, ha reprimido éstas prácticas, pero gracias a las
constantes luchas por la libertad pueden ser presentadas sin ningún problema. Aunque
es necesario afirmar que los roles de género asignados en el folklor mexicano están
muy lejos de ser cambiados aun con la manifestación de esta lucha.
Liesel.
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