“Vieja madera para arder, viejo vino
para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer.” Sir Francis
Bacon. Llegar a la edad de la
vejez siempre es complicado. Las complicaciones
a nivel físico y anímico están presentes, nos solemos ser los mismos de
siempre. Las dolencias comienzan a florecer, la fatiga por caminar distancias
cortas aparece, los ánimos, por no poder hacer las mismas actividades que
antes, comienzan a bajar. Aunque esto no siempre es así, algunas de las
personas que llegan a esa edad tienen sus ánimos en todo su esplendor. En ese
caso la música puede ser un buen aliento para estas personas.
La
danza de los viejitos, oriunda del estado de Michoacán, originaria de los indígenas
purépechas, hace una excelente referencia a este tema en especial, pues nos
regala una guasa que los pobladores mexicanos encontraron como burla de los achaques
de los colonizadores españoles, pues éstos envejecían más pronto que los
nativos y se quejaban de las dolencias de la edad. Los jóvenes que eran los que
notaban esto comenzaron a utilizar sones de su tierra para bailar representando
a un anciano español intentando bailar, pues estos además de envejecer más
rápidamente no tenían buenos pies para el baile.
La
caracterización de los bailarines es bastante peculiar, pues lo que se trata de
representar es a un español en la tercera edad, con todo y sus dolencias. Ellos
utilizan una máscara que está hecha de madera o de pasta de caña que representa
el rostro de los ancianos sonriendo, una cabellera falsa hecha con zacate, un
sombrero adornado de listones de distintos colores y un bastón. El traje está
compuesto de pantalón y camisa de manta blanca y encima de ello un sarape o jorongo.
Los bailarines comúnmente llevan huaraches con suelas de madera para acentuar
mejor el zapateado a la hora de la danza.
Danza de los viejitos (Michoacán)
La
danza se acompaña con música tradicional purépecha, principalmente por pirekuas como El Huarache, El Gustito, La
Competencia, entre otras. Los instrumentos como la guitarra, el violín y el
contrabajo dan ritmo a la danza, además de antiguos tambores. La danza nos
invita a afrontar con valor la vejez, también a reír y aceptar el paso de los
años es por eso que se ha convertido en un referente del folklor mexicano para
nuestro país, pues sin duda es un emblema característico del mexicano desde la
antigüedad.
Esta
danza es muy antigua y en la época de los indígenas en nuestro país (antes de
la llegada de los españoles) tenía un sentido místico y era utilizada en
rituales. Los representantes eran 4 chamanes ancianos, eran elegidos porque
eran los más sabios y por tanto los más dignos de presentar la danza. Representaban
las cuatro estaciones (para los purépechas), así como los cuatro elementos y
los cuatro colores del maíz, la danza se ofrendaba al Dios Sol o al Dios Viejo.
Con la llegada de los españoles, esta danza, como muchas otras, perdió su
sentido místico y cobro el que en la actualidad se trata de representar.
Liesel
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