¿Estás feliz, o es un día soleado? Los colores son parte de nuestra vida, parece que son temas separados, simples gustos pero en realidad nuestra forma de ver, pensar e incluso recordar están sazonados con alguna tonalidad. Analizando de manera más profunda nuestro subconsciente en colaboración con los recuerdos y las emociones crea una tonalidad relacionada con éstos, es decir, un recuerdo triste aunque sucedido en un día soleado es caracterizado por tonos fríos u oscuros característicos del sentimiento de tristeza.
El cine entiende dicha relación de colores y sentimientos, se ha servido de ello para crear empatía sentimental entre protagonista y espectador o bien para crear un ambiente acordé a la historia que es narrada. Si es una historia de terror o suspenso es más posibles que los escenarios y escenas sean de colores fríos y oscuros para crear un ambiente lúgubre triste y aterrador, por ende, en el espectador se originan sentimientos de intranquilidad, miedo o bien incomodidad, no permite que el público se relaje por completo.
Normalmente y de manera más popular los colores están relacionados de esta manera: Amarillo, naranja, verde y colores cálidos: felicidad, alegría, plenitud o amor. Azul, azul oscuro, Negro, gris y colores fríos: tristeza, desolación, delito, desesperanza. Rojo naranja y rosa: pasión, seducción, llamativo, atracción y belleza. Blanco y colores pasteles: tranquilidad, esperanza, ambiente relajado, espiritualidad.
Este es el modo más popular de relación sentimientos-colores pero esta técnica no tiene que ser absolutamente canónica. En el cine se utilizan con más frecuencia estas relaciones por garantizar efectividad en los sentimientos, sin embargo, lograr romper con la relación más común es aún más difícil de lograr; en otras palabras hacer una película de terror o suspenso ambientada con colores vivos y brillantes característico de la felicidad pero producir el efecto contrarios es realmente un reto.
Las tonalidades utilizadas en la filmografía se llaman “paleta de colores” todo ello depende de la teoría del color que busca ser agradable y que transmita distintas emociones. Esta relación sentimientos-colores, es definida por el círculo cromático, la combinación más utilizada se caracteriza por ser monocromática, es decir, un solo color con sus múltiples variaciones, sin embargo, esta técnica no tiene que ser absolutamente canónica. En el cine existen otros tipos de combinaciones que logran romper con la relación más común como lo es el Análogo, que se caracteriza por utilizar una sección de colores del círculo cromático. Tríadico que consiste en escoger los tres colores más opuestos del círculo cromático en forma de triángulo y finalmente complementaria que es escoger dos colores opuestos usualmente con el propósito de resaltar algo. Utilizar alguna de estas técnicas en especial la tríadica es aún más difícil de lograr puesto que hacer una película de terror o suspenso ambientada con colores vivos y brillantes característico de la felicidad pero producir el efecto contrario es realmente un reto.
Como conclusión, el poder de los colores sobre nuestra mente es más poderoso de lo que podemos ser conscientes, definen cada estado de ánimo incluso a tal punto que cuando nos sentimos tristes pero nos vestimos de colores alegres nuestro estado de ánimo puede mejorar de manera inconsciente. La luz y las tonalidades indican nuestro comportamiento un ejemplo puede ser en fiestas y antros o bien bajo la tenue luz de las velas, en seguida despierta nuestro estado de ánimo acorde a ello es un fenómeno psicológico fascinante que incluso puede ir más allá de lo que realmente sentimos.
-Cronos-
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