“Hasta que alguien no ha amado un animal, una parte
de su alma sigue sin despertar"
Anatole
France.
¿Alguna vez
has pensado en la persona en quien se podría convertir una niña que pasa
su infancia jugando en el jardín con su
hermano y sus mascotas, observando y dibujando detalladamente la naturaleza y
animales exóticos que le rodean? ¿A qué se podría dedicar de adulta? ¿Cómo
sería su personalidad? ¿Sería científica, filósofa o artista? Las respuestas
están en la vida de una gran escritora, ilustradora, fabulista de literatura infantil y naturalista: Beatriz
Potter.
Hubo una vez
una niña inglesa nacida en 1866
en Londres, Inglaterra, en el seno de una familia de clase alta, la cual vivía
de sus respectivas herencias familiares, por lo que no tuvieron que trabajar
para vivir. Esa niña fue Beatrix Potter, cuya infancia estuvo disfrutó de los juegos al aire
libre en el jardín de su casa, en compañía de su hermano y sus amadas mascotas (perros,
gatos, ranas, patos y un murciélago), pues desde pequeña, fue
apasionada de las plantas y los animales, a quienes acostumbraba dibujar, junto
con otras criaturas que encontraba en su jardín (como erizos, ratones y conejos).
También coleccionó fósiles y realizó excavaciones arqueológicas, experiencias que la acercaron al mundo
natural y le dieron un enfoque único de la ilustración.
En 1893, inspirándose
en Peter Piper, un conejo real y muy travieso de su infancia, Potter escribió
su primer libro: The Tale of Peter Rabbit; cuento que trata de un
conejito que desobedece a su madre y entra a explorar al jardín de vegetales de
un anciano, del cual apenas logra
escapar, luego de ser perseguido. Aunque al principio la historia fue rechazada
por seis editoriales, el libro finalmente fue aceptado por la editorial
Frederick Warne & Co. La pequeña historia resultó ser inmensamente popular,
lanzando a Potter al estrellato y resultando en otros libros como The Tale of Tom Kitten, The Tale of Jemima Puddle-Duck y The Tale of Benjamin Bunny. En todos
ellos, la escritora detalla las encantadoras aventuras de los animalitos
antropomórficos, presentando experiencias de su infancia a través de una visión
reflexiva.
Más tarde,
la escritora se mudó a Lake District, una pintoresca región de Inglaterra,
donde por fin pudo dedicarse de lleno al papel de mujer agricultora,
disfrutando de las tareas físicas y cotidianas que tanto anhelaba realizar. Lo
que la llevó a su siguiente proyecto de vida, dedicar su vejez a la
conservación de la naturaleza, mediante la compra de granjas que convirtió en reservas
naturales protegidas, hasta su muerte en 1943.
Inspirándose en la flora y fauna delos campos
ingleses, Potter escribió e ilustró 28 libros infantiles que han sido traducidos a 36 idiomas y continúan
cautivando a las nuevas generaciones en todo el mundo. Desde sus dibujos
infantiles de animales hasta sus estudios formales de especímenes, estas
experiencias pusieron a Potter en el camino hacia el arte que conocemos y
amamos al día de hoy.
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