Cómo ya hemos observado en la publicación de la semana anterior, las relaciones humanas tienen como fundamento la comprensión de que somos seres sociales, perfectibles y cambiantes. Cada uno de nosotros es distinto, y es precisamente esta virtud, lo que nos enriquece como conjunto. Además de que nacemos con ciertas características únicas, tenemos diversas estructuras sociales que nos hacen caracterizarnos de diversas formas, razas, culturas, religiones, lenguas y sociedades.
Lo más importante es que todos tenemos la capacidad de inventarnos a nosotros mismos, de definir nuestro crecimiento, nuestro desarrollo, de progresar en las áreas que más nos interesen, de ser quienes queramos, pensar y actuar cómo queramos. Y además podemos definir códigos, medios, y diálogos para intercambiar nuestros sentimientos, ideas y obras. Por más diferentes que seamos, siempre existe la posibilidad de conocer algo en común con los otros, y en base a eso formar relaciones emocionales, profesionales, intelectuales, laborales, amistosas, íntimas o muchas más.
Todo depende de que tan bien desarrollemos nuestras capacidades sociales, que tanto aprendamos a conectarnos en el medio y cómo construyamos nuestras relaciones.
En primera instancia podemos iniciar un contacto con base en normas éticas o morales, que hallamos aprendido con la experiencia, es decir, es la conducta familiar nos brinda situaciones en las que practicamos a pequeña escala el comportamiento social, primeramente podemos interactuar con los demás miembros de la familia, que nos guiarán en el proceso de conocimiento personal, identificaremos nuestra personalidad, nuestro carácter y nuestros intereses, además de que manifestaremos nuestra forma de relacionarnos con los demás, forjaremos actitudes, crearemos conexiones, y aprenderemos que actos nos llevan a una comprensión de cuáles son aprobados y cuáles desaprobados socialmente. De cómo conectarnos con las personas, ya sea funcionalmente, para fines académicos, laboralmente, profesionalmente, deportivamente, o en otros ámbitos sociales.
Mediante el contacto y relación con el medio y los demás, podemos generar relaciones humanas exitosas, teniendo siempre en mente la manera óptima de relacionarnos lograremos definir cuáles son nuestros objetivos y metas, y cuáles son las mejores estrategias para lograr los acometidos, y cuáles son los tipos de relaciones que nos brindan oportunidades de crecimiento, por ejemplo, una de las habilidades que desarrollamos es la de saber predecir las respuestas, del otro, lo que nos hace tener una idea más clara de cómo iniciar el acercamiento y qué actitudes tomar en cuanto a nuestras relaciones. Lo que nos hará contar con un una noción de los demás y nos permitirá conectarnos en base a nuestros intereses y principios.
El único riesgo es el caso de que no contemos con una base común de rasgos e intereses, es decir, si las personas a relacionarse son de diversos grupos sociales y son tan diferentes que no tienen un punto de partida en común existe la posibilidad de que la idea que tenemos del medio, o de la otra persona se vea afectada por predisposiciones o prejuicios, es decir, que las diferencias se conviertan más que en un potenciador de conexión, una barrera o impedimento para formar relaciones óptimas, un ejemplo de esto es lo que ha pasado durante siglos entre distintas religiones, naciones y grupos sociales, se crean diferencias características de cada grupo, y al no haber un punto en común o parecido inicial, es muy difícil construir relaciones funcionales, se crean estereotipos, ideas erróneas, y conflictos que nos pueden llevar a problemas mayores.
La solución a este tipo de situaciones es crear y mantener un diálogo compasivo y tolerante, que sea objetivo y directo, basado en la comprensión, la flexibilidad, le empatía y la armonía. Hay que entender que precisamente porque somos diferentes debemos de aceptar que somos perfectibles, que sólo mediante el cambio e intercambio de nuestra persona podemos lograr relacionarnos socialmente, y que además sólo las relaciones sociales nos podrán llevar al éxito integral y pleno del ser humano.
Somos quienes deseamos ser, quienes nos hacemos mediante el progreso, el crecimiento y desarrollo. Y es la distinción única y especial de cada quién lo que nos enriquece. Comencemos a celebrar las diferencias.
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