Las relaciones
humanas sociales, comunión, comprensión y sinergia.
Introducción
Hola lectores, permítanme
presentarme, soy Oho, el autor semanal del viernes dedicado a las relaciones
humanas sociales en el blog. En estas publicaciones podrán hallar un ensayo dedicado
a profundizar en este tema tan inmenso y enriquecedor como interesante e
importante. Tengan la certeza de que podemos dialogar abiertamente, sin
circunstancias adversas ni inhibiciones. La confianza, el respeto y la
responsabilidad son clave en estos ensayos, y la diversión, la relajación, y la
armonía son el motor de ellos. Ahora, por favor compártanme un poco de ustedes,
¿Quiénes son? ¿Qué quieren tratar? ¿Qué saben del tema? Y ¿Qué desean encontrar?
Sin más introducción, comencemos.
Seguramente se preguntarán
¿a qué se debe que tenga un inicio tan cercano y personal?, en lugar de empezar compartiendo
información científica, o yendo directamente al grano, la respuesta es simple,
éste es un blog de ensayo argumentativo acerca de las relaciones humanas
sociales, y si bien puedo hacer de él un trabajo de excelsa objetividad y
crítica desde el comienzo, quiero precisamente, enfatizar el hecho de que en
las relaciones humanas sociales, lo importante somos nosotros, no lo son tanto
nuestra historia ni nuestras metas, sino aceptar primeramente que todos somos
seres humanos y como tales somos, claro, primeramente individuos perfectibles,
aunque también formamos parte de diferentes grupos sociales, y nuestra conexión
con otros nos hace más fuertes, más ricos, y mejores personas, lo cuál
explicaré más a detalle a continuación.
Desarrollo
Somos
aproximadamente 6.000 millones de personas en el mundo, lo que esto significa,
es que existimos tantos mujeres, niñas, niños y hombres que es extremadamente
improbable que podamos conocernos todos personalmente. Cada uno de nosotros es
único a su especial forma; existen muchos diferentes rasgos físicos, atributos
psicológicos, espiritualidades, y culturas, lo que hace que cada relación tenga
una infinidad de posibilidades en su desarrollo; es por esto por lo que siempre
es tan sorprendente y misterioso el conocer a alguien nuevo. Por más que
tengamos cosas en común, no sabemos en realidad qué esperar de los demás, si
son amigables o sociópatas, si buscan compromiso o toxicidad, si son si quiera
estables o son personas explosivas y peligrosas. Y, sin embargo, existe la
forma de propiciar un trato mutuo, recíproco, grato y creativo, que nos lleve a
todos hacia el mejor escenario posible.
Si bien se dice
que cada cabeza es un mundo, es importante saber que también somos capaces de
abrir nuestro mundo a los demás, transmitir nuestras ideas, sentimientos,
experiencias, estados emocionales, opiniones y demás, y así como podemos
hacerlo de la manera más egoísta y desconsiderada de todas, también podemos ser
conscientes en nuestra disposición, actitud y trato hacia todos. Esta última es
la manera que vamos a llamar la manera óptima de relacionarnos socialmente. ¿Qué
implica relacionarnos óptimamente? En primer lugar, debemos ser capaces de
reconocer en nosotros el potencial de cambiar en beneficio de todos, esto
quiere decir que debemos estar dispuestos a conocer e intercambiar partes de
nosotros sin ser influenciados por prejuicios ni sensaciones mal fundamentadas,
fomentando la tolerancia y procurando crecer integra y plenamente, además de
también buscar el bien común, mediante las virtudes, la cooperación y la
unidad.
Conclusión
Todo esto nos lleva
a cultivar un panorama claro, en el que podamos realmente conocernos sin ambigüedades,
sin complejos, ni complicaciones, en un mundo en donde todos tenemos el derecho
de expresar, compartir y comunicarnos sin estar obligados a tratar con personas
que nos dañan. Tenemos la perfecta oportunidad para desarrollar la empatía, la
solidaridad, el altruismo y la entrega, y es verdaderamente un gusto
relacionarnos con personas que nos pueden aportar puntos diferentes de vista,
opiniones distintas y críticas constructivas, donde al contrario de perdernos
para ganar a los demás, los demás buscan que ganemos. En el juego de
ganar – ganar, no sólo también ganamos, sino que todos lo hacemos. Es de esta
forma, común, comprensiva y sinérgica que los humanos lograremos las relaciones
sociales óptimas.
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