Durante los últimos años la cifra de los incendios forestales ha ido en aumento, desgraciadamente más del 95% son causados por los seres humanos, dejando de lado su común definición como un proceso natural para la regeneración y renovación de los ecosistemas. Las causas naturales para que ocurran este tipo de incendios son la combinación de un clima árido con la caída de rayos, cenizas de volcanes, algunos terremotos e incluso ciertos minerales que pueden actuar como una lupa con luz solar.
Anteriormente, la gran mayoría de los incendios forestales eran provocados debido a la llegada de las épocas de sequía y los climas secos, sin embargo, gracias a el desinterés por cuidar de nuestro planeta, la gran mayoría de las causas actuales son originadas por la intervención del ser humano. Algunos de los orígenes detrás de estas lamentables circunstancias son: las negligencias y accidentes (iniciadas por pirotecnia, colillas de cigarro y fogatas mal apagadas), el cambio climático, incendios “controlados” hechos con el fin generar más espacio para la ganadería y la agricultura, o simplemente como un acto de vandalismo. Los recientes casos como el de Australia y el de la selva amazónica, son indudablemente parte de los crecientes incendios ocasionados por las altas temperaturas generadas por el cambio climático.
Estos desastres producidos, abarcan consecuencias perjudiciales para los seres vivos, tales como: la deforestación, el daño a los ecosistemas, pérdida de biodiversidad, contaminación del agua, desertificación, pérdidas materiales y de vidas humanas, aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, y a su vez, la aceleración del efecto invernadero y el cambio climático. El Amazonas, “pulmón del mundo”, es el bosque tropical más grande del mundo reconocido por albergar a el 10% de toda la biodiversidad, durante los incendios millones de animales y plantas murieron calcinados, asfixiados o debido a complicaciones provocadas por las mismas circunstancias.
Regiones como Brasil, Bolivia, Paraguay, Perú, Australia, Angola, República Democrática del Congo, Siberia, Indonesia y Europa, forman parte de los casos donde los incendios fueron impredecibles, presentando un mayor número de incidentes que años pasados. Lugares cercanos a ellos, como Melbourne, Nueva Gales del Sur, Australia del Sur, entre otros, recibieron grandes emisiones del humo, ocasionando complicaciones en la salud y que algunas zonas debieran ser evacuadas por los altos niveles de contaminación en el aire.
Si bien, somos seres vivos con raciocinio, instinto de supervivencia y habilidades que nos permiten informamos o preparamos para afrontar situaciones de la vida cotidiana, es necesario, hacer frente a la emergencia climática por la cual está atravesando en mundo. Existen pocas personas dedicadas a rescatar y ayudar en estas situaciones, pero, desgraciadamente lo mayoría de las personas se dedican a observar y esperar a que la situación “termine”, ignorando el daño irreversible.
-Astronauta.
Anteriormente, la gran mayoría de los incendios forestales eran provocados debido a la llegada de las épocas de sequía y los climas secos, sin embargo, gracias a el desinterés por cuidar de nuestro planeta, la gran mayoría de las causas actuales son originadas por la intervención del ser humano. Algunos de los orígenes detrás de estas lamentables circunstancias son: las negligencias y accidentes (iniciadas por pirotecnia, colillas de cigarro y fogatas mal apagadas), el cambio climático, incendios “controlados” hechos con el fin generar más espacio para la ganadería y la agricultura, o simplemente como un acto de vandalismo. Los recientes casos como el de Australia y el de la selva amazónica, son indudablemente parte de los crecientes incendios ocasionados por las altas temperaturas generadas por el cambio climático.
Estos desastres producidos, abarcan consecuencias perjudiciales para los seres vivos, tales como: la deforestación, el daño a los ecosistemas, pérdida de biodiversidad, contaminación del agua, desertificación, pérdidas materiales y de vidas humanas, aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, y a su vez, la aceleración del efecto invernadero y el cambio climático. El Amazonas, “pulmón del mundo”, es el bosque tropical más grande del mundo reconocido por albergar a el 10% de toda la biodiversidad, durante los incendios millones de animales y plantas murieron calcinados, asfixiados o debido a complicaciones provocadas por las mismas circunstancias.
Regiones como Brasil, Bolivia, Paraguay, Perú, Australia, Angola, República Democrática del Congo, Siberia, Indonesia y Europa, forman parte de los casos donde los incendios fueron impredecibles, presentando un mayor número de incidentes que años pasados. Lugares cercanos a ellos, como Melbourne, Nueva Gales del Sur, Australia del Sur, entre otros, recibieron grandes emisiones del humo, ocasionando complicaciones en la salud y que algunas zonas debieran ser evacuadas por los altos niveles de contaminación en el aire.
Si bien, somos seres vivos con raciocinio, instinto de supervivencia y habilidades que nos permiten informamos o preparamos para afrontar situaciones de la vida cotidiana, es necesario, hacer frente a la emergencia climática por la cual está atravesando en mundo. Existen pocas personas dedicadas a rescatar y ayudar en estas situaciones, pero, desgraciadamente lo mayoría de las personas se dedican a observar y esperar a que la situación “termine”, ignorando el daño irreversible.
-Astronauta.
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